El concejo de Ribera de Arriba y sus habitantes convirtieron el humo de la central térmica en jazz y en fado, en pintura y en teatro. Le ganaron la batalla al gigante eléctrico y con el “botín” construyeron un concejo donde el asociacionismo, la cultura y los servicios sociales gozan de una increíble salud.
En La Ribera se respira música culta y popular, cine, etnografía y literatura bajo la sombra de una monumental fábrica cuyo impacto visual condiciona.
Equipo: Natalia Zapico, Jaime Santos, Iván Degaña, Entorno documentales
La gran riqueza de Ribera son sus vecinos